“Toda vida emerge de la conciencia y en ella
se sostiene” (Maharishi Mahesh Yogi)
“La vida es un proceso de información”
(John von Neumann)
“La vida es un software en evolución. El origen de la vida es el origen del software” (Gregory Chaitin)
“Cada forma de lenguaje es una forma de vida” (Wittgenstein)
El Fenómeno de la Vida
¿Qué es la vida?
Se han intentado diversas definiciones de la vida (o de los seres vivos), entre ellas las siguientes:
Un ser vivo es un sistema complejo en equilibrio dinámico con el entorno.
El concepto de sistema es genérico y designa una entidad formada por componentes interdependientes que forman una unidad, que realiza una tarea o tiene un objetivo específico y que exhibe un comportamiento global. Por eso, se habla de “ser vivo” o”sistema viviente”.
La vida es una fuerza o actividad interna mediante la cual obra un ser que la posee.
La vida es una manifestación de la conciencia en el plano físico.
Para el biólogo Humberto Maturana, el concepto clave de la vida es la circularidad.
Para el físico Amit Goswami, la vida es conciencia y circularidad.
Para el matemático John von Neumann, la vida es un proceso de información.
Y, mejor que intentar definir la vida, es establecer sus propiedades. La diversidad y la complejidad son los sellos de la vida. Pero hay otras propiedades.
Complejidad. La vida es un fenómeno complejo. No obstante, el concepto general de complejidad no tiene una definición precisa, pues es un concepto difuso. Además hay muchos tipos de complejidad: estructural, funcional, interactiva, etc.
Diversidad. La vida se manifiesta en una gran variedad de especies.
Homoestasis. Un sistema viviente es estable (mantiene su equilibrio interno) bajo las perturbaciones del entorno. Está en equilibrio entre las perturbaciones externas del entorno y su dinámica interna (su metabolismo), que le permite compensar dichas perturbaciones. Interacciona con el entorno, adaptándose a sus cambios.
Auto-referencialidad. Un ser vivo hace referencia a sí mismo, es decir, tiene retroalimentación. La célula viva es un sistema auto-referente, pues puede organizarse a sí misma, mantenerse a sí misma, reproducirse a sí misma, y percibirse a sí misma como una identidad separada del entorno.
Autonomía. La autonomía es consecuencia de su autorreferencia.
Auto-organización y auto-regulación. Son también consecuencias de su auto-referencia.
Coherencia. Un ser vivo es extraordinariamente coherente. Todas sus partes están conectadas entre sí de forma coherente. Lo que sucede en una célula, tejido u órgano, sucede en el resto del organismo. La transmisión de la información es instantánea, no-local.
Capacidad de evolución. Es un proceso de entropía negativa, es decir, que tiende al orden, en contra la segunda ley de la termodinámica (la ley de aumento de la entropía, del desorden).
Capacidad de reproducción (en sí mismo o en otro organismo relacionado).
Autopopiesis. “Autopoiesis” (del griego ”poiesis”, producción) es un neologismo inventado en 1971 por los biólogos Humberto Maturana y Francisco Varela para explicar la organización de los sistemas biológicos como sistemas autopoiéticos: la autoproducción, o auto-regeneración mediante una organización circular, auto-referencial. Esta propiedad de producirse a sí mismos define su identidad y su acoplamiento con su entorno.
Conciencia. Estar vivo es una sensación unitaria, no fragmentada, es conciencia. La vida, como la conciencia, une pares de opuestos: organismo y entorno, lo estático y lo dinámico, el productor y el producto, el hacer y el ser, el sujeto y el objeto.
Los principios generadores de la vida
Hay dos principios enfrentados respecto al tema del origen de la vida:
El principio de causalidad ascendente (PCA). La vida es una evolución de la materia, una consecuencia de la organización de la materia. En el proceso no hay propósito alguno. Todo sistema puede ser explicado a partir de sus elementos componentes. Hay fenómenos de emergencia ascendente: la mente y la conciencia son epifenómenos de la materia. Aquí se sitúa el determinismo y la teoría de Darwin (la teoría de la evolución de las especies por la selección natural) y, en general, los científicos materialistas que creen en dos cosas: 1) que el origen de la vida está en la materia, que la vida es simplemente química o que es un epifenómeno de la materia; 2) que la vida se puede crear en el laboratorio.
El principio de causalidad descendente (PCD). La vida es una manifestación en el plano físico de un nivel o plano superior, que es la conciencia. La materia es un medio o instrumento para que se manifieste la conciencia en el plano físico. Una conciencia manifestada implica una finalidad, un propósito, una teleología. Aquí se puede ubicar el creacionismo, el diseño inteligente y el nuevo paradigma basado en la conciencia.
El objetivo de la ciencia es encontrar una explicación general de todos los fenómenos. En el caso de la biología, se trata de formular una teoría general unificada, como en el caso de la física. En este sentido, la búsqueda tiene que estar orientada según el PCD.
El darwinismo
En esencia, la teoría de la evolución de Darwin, reflejada en su obra de 1859 “El origen de las especies” y en sus modificaciones posteriores, se basa en las siguientes ideas:
La evolución gradual.
Los organismos y las especies evolucionan de forma gradual.
La hipótesis del antecesor común.
Todos los seres vivos han evolucionado a partir de un ancestro común o de una célula primigenia en un proceso de complejidad creciente. Todos los seres vivos están emparentados a través del antecesor primigenio, en un único árbol genealógico.
La variabilidad.
La variabilidad de los organismos se produce por pequeñas mutaciones aleatorias o accidentales y por la reproducción sexual. La aleatoriedad se produce de manera independiente de la reproducción y de la selección natural.
La selección natural.
La vida se manifiesta como una lucha por la supervivencia. Los organismos menos adaptados tienden a extinguirse y los mejores adaptados tienden a sobrevivir y reproducirse. Los seres vivos evolucionan mediante mutaciones aleatorias y la selección natural.
La especiación.
La especiación es el proceso por el cual una especie diverge en dos o más especies descendientes. La especiación se produce a partir de variedades preexistentes mediante la selección natural.
El creacionismo
El creacionismo sostiene que Dios creó el mundo y los seres vivos con un propósito, y que es una verdad a priori e indiscutible. En EE.UU. se cree más en la exactitud del relato bíblico del Génesis que en la teoría de la evolución darwiniana.
Según William Paley −un teólogo del siglo XVIII, autor de “Teología Natural” (1802)−, la vida ha sido creada por Dios debido a su complejidad y perfección. Pone dos metáforas: 1) de la misma forma que un reloj tiene un creador (el relojero), el hombre y el cosmos deben su existencia al Gran Diseñador; 2) el ojo humano es muy complejo, tan preciso como un reloj y tan potente como un telescopio. Ojo y telescopio comparten los mismos principios; uno ha sido creado por Dios, y el otro por el hombre.
El ojo humano le planteó a Darwin un problema, pues reconoció la dificultad de atribuir su complejidad a la mera selección natural. “Difícil, pero no imposible”, decía en “El origen de las especies”.
El llamado “diseño inteligente” apareció y se desarrolló en EE.UU. en torno a 1987. Sostiene que el origen y la evolución del universo, la vida y el hombre son el resultado de las acciones emprendidas por uno o más agentes inteligentes. Un ejemplo de diseño inteligente es la compleja molécula de ADN.
El diseño inteligente es la denominación moderna del creacionismo, que busca la respetabilidad que no consiguió el creacionismo, mediante un cierto barniz científico. No cita directamente a Dios, aunque está más o menos implícito. Uno de los argumentos que utiliza es el llamado “principio antrópico”: el mundo está diseñado para la vida del hombre, pues las constantes físicas están ajustadas para que se produzca la vida humana. Si esas constantes fueran ligeramente diferentes, la vida no habría sido posible.
Según Philip Johnson [2007] −el más destacado defensor y principal ideólogo del diseño inteligente− el darwinismo es una nueva religión o un sustituto de la religión pues es una teoría no demostrada científicamente.
Según Fred Hoyle [1985], “La vida no puede haberse producido por casualidad. Hay una inteligencia coexistente con el universo, y esa inteligencia y el universo se necesitan mutuamente”.
Según David Wilcock [2012], “La vida fue creada por alguna clase de inteligencia”.
No obstante, se puede ser creacionista y evolucionista. Basta con suponer que en un principio Dios creó una formas primigenias a las que dotó del poder de evolución. El propio Alfred Russel Wallace (coautor de la teoría de la evolución) creía en la existencia de un Dios creador. Según el biólogo Francisco José Ayala, se puede perfectamente ser partidario de la teoría de la evolución y creer a la vez en la existencia de Dios.
Neodarwinismo
El neodarwinismo, también llamado “teoría sintética de la evolución” o “teoría genética de la evolución” o “darwinismo genético”, es la síntesis del darwinismo clásico con la teoría genética moderna. La teoría fue formulada en las décadas de los 1930´s y 1940´s. Darwin no conoció la existencia de los genes, pues el descubrimiento del ADN se hizo en 1953, más de 70 años después de su muerte.
Según el neodarwinismo, la evolución se produce por dos causas fundamentales:
La variabilidad genética. Se realiza a nivel micro, el genotipo, mediante mutaciones y recombinaciones genéticas producidas al azar dentro de una población. Son las variaciones accidentales de las que hablaba Darwin. Darwin desconocía el mecanismo que generaba las variantes biológicas. El neodarwinismo identificó ese mecanismo con las mutaciones genéticas aleatorias.
La selección natural. Se realiza a nivel macro, el fenotipo. Las combinaciones genéticas peor adaptadas al medio tienden a extinguirse, mientras que las más adaptadas tienden a sobrevivir y reproducirse. La selección natural es el mecanismo básico de la evolución, la fuerza creativa de la evolución biológica actuando sobre mutaciones aleatorias.
Hoy día, la mayoría de los biólogos evolucionistas aceptan el neodarwinismo como la verdadera y completa teoría de la evolución. Richard Dawkins es el mayor defensor y popularizador del neodarwinismo.
Evo-Devo
El Evo-Devo (de Evolution and Development) es un nuevo paradigma de la biología y es una uno de los campos más innovadores en biología. Trata de combinar o integrar la ontogenia (el desarrollo embrionario) y la filogenia (el patrón de una especie). Evolución y desarrollo se consideran aspectos de un mismo proceso y que obedecen a una misma ley. Intenta explicar la evolución y la diversidad morfológicas de los seres vivos como consecuencia de cambios en los programas de desarrollo embrionario.
Evo-Devo fue creada por Ernst Haeckel, que se propuso realizar una síntesis del conocimiento embriológico existente y la teoría evolutiva darwinista. Con este propósito fundó una nueva disciplina: la ecología. Para Haeckel la filogenia es la causa de la ontogenia, y no al revés. La ley biogenética fundamental es: la ontogenia recapitula la filogenia.
Evo-Devo pretende complementar la teoría neodarwinista aportando un marco conceptual más amplio.
No todo está prefijado en los genes. Ni tampoco el medio es el motor de la evolución. Existe otra capa de información más allá del ADN que es mucho más flexible, la capa epigenética, que son procesos químicos que combinan y regulan la información genética y es el fundamento de la diversidad morfológica. Así que hay 3 niveles: genética, epigenética y medio ambiente.
La epigenética es el estudio de todos los factores no genéticos que intervienen en la ontogenia (el desarrollo del organismo), básicamente las interacciones entre genes y medio ambiente. Hay una herencia epigenómica. El epigenoma es la información epigenética global del organismo.
Hay que distinguir entre microevolución (basada en los mecanismos neodarwinianos de mutación y selección) y macroevolución (basada en innovaciones evolutivas producidas por los genes reguladores del desarrollo). El estudio de los genes de desarrollo es un conocimiento clave para entender la evolución.
El medio regula la información genética inicial, actuando no solo sobre la información genética, sino también sobre la epigenética, es decir, sobre la información genética y su regulación. Este modelo sigue la teoría lamarckiana, según la cual, el ambiente es el generador de los rasgos del ser viviente (la función crea el órgano).
El concepto de emergencia
El principio de causalidad ascendente (PCA) está muy relacionado con el concepto de “emergencia”, pues la emergencia es un proceso ascendente, de abajo-arriba. La emergencia se refiere a la aparición en un sistema de propiedades o procesos no reducibles o explicables a partir de las propiedades o procesos de sus componentes. Un fenómeno emergente es de tipo holístico, global, que surge como consecuencia de fenómenos locales y particulares. El todo es mayor que sus partes. Ejemplos típicos de emergencia son: el comportamiento de una colonia de hormigas o de una bandada de pájaros. Un huracán es también un fenómeno emergente del movimiento de las partículas presentes en el aire, que producen un patrón en espiral.
Los fenómenos emergentes están asociados a la novedad, a la sorpresa. Son fenómenos creativos. Hay fenómenos emergentes sorpresivos inicialmente, pero que dejan de serlo cuando se conocen las causas (los fenómenos locales y su composición).
Se suele afirmar que la mente, la conciencia y la vida son fenómenos emergentes de los procesos neuronales. En este sentido se defiende que la psicología es reducible a la biología, la biología a la química y la química a la física, siendo esta la ciencia más fundamental de todas. El concepto de emergencia es muy discutido en ciencia y filosofía, pues se trata de un concepto clave para la fundamentación de las ciencias mencionadas.
En un sistema biológico, la emergencia se manifiesta como identidad, supervivencia, auto-organización y auto-regulación. La organización de los niveles tiene propiedades específicas que no son reducibles a las de los niveles inferiores. Se supone que hay una ley que conecta lo superior y lo inferior, los niveles micro y macro.
El fenómeno de la emergencia se sitúa más allá del vitalismo y del mecanicismo. El vitalismo supone que la vida es un fenómeno sobrenatural producidos por entidades como la hipotética “élan vital” (la hipotética fuerza o impulso vital, de Bergson). El mecanicismo supone que la vida es reducible a procesos físicos.
El concepto de emergencia ha cobrado renovado interés con el auge de las llamadas “ciencias de la complejidad”, entre las que se incluye a la vida artificial. La vida artificial es una fuente inagotable de ejemplos de fenómenos emergentes, cuyo paradigma es el juego de la vida, pues aparecen comportamientos emergentes, cualitativos, globales, a partir de leyes o reglas simples locales aplicadas recursivamente.
Muchos consideran que el fenómeno de la emergencia constituye el “sello” de la vida. Pero la noción general de emergencia no está formalmente definida. Es un concepto difuso, aunque en ciertos contextos tiene un significado preciso (como en el juego de la vida de Conway y en las bioformas de Dawkins). Algunos creen que la emergencia es una forma de sorpresa, algo subjetivo. Otros creen que es algo objetivo, independiente del observador, cuando el fenómeno es derivable de las reglas establecidas a priori. El fenómeno emergente no tiene por qué ser complejo; puede ser simple también.
Crítica del darwinismo
La teoría de Darwin, desde su aparición en 1859, provocó una gran polémica, aunque ha sido progresivamente admitida por la ciencia gracias principalmente por el neodarwinismo. La postura oficial actual considera que la evolución darwinista es un hecho probado. A pesar de todo, hoy día la teoría presenta muchos aspectos discutibles, sobre todo a la luz de los grandes avances en biología molecular, bioquímica molecular y genética:
El concepto de evolución.
En general, no se discute el principio de la evolución orgánica, se admite como un hecho objetivo soportado por la evidencia. La evolución no es meramente una idea, una teoría o un concepto, sino que es el nombre de un proceso de la naturaleza. Es algo que no se puede refutar porque es un hecho evidente. Sabemos que se produce, pero no sabemos exactamente cómo se produce.
Sin embargo, el concepto de evolución es ambiguo. No existe una definición formal del término. Coloquialmente, la evolución se entiende como un mejoramiento progresivo, gradual, con complejidad creciente. Pero la evolución no tiene por qué implicar una mejora ni tampoco implica que los organismos sean cada vez más complejos. Dependiendo del entorno, la complejidad puede mantenerse, disminuir o aumentar.
El origen de la vida.
Darwin no abordó el tema del origen de la vida. Solo se ocupó del tema de la evolución. La molécula del ADN, la compleja molécula común de todos los seres vivos, parece haber surgido de la nada. ¿Cómo surgió la primera célula, con su enorme complejidad? La existencia del ADN por en tela de juicio de la teoría de la evolución. El ADN es el talón de Aquiles de la teoría de la evolución. Cuando Darwin publicó su teoría se creía que el funcionamiento de la vida era algo muy simple.
Proceso ascendente.
La evolución darwiniana es un proceso de causalidad ascendente: desde la materia a la vida. Rechaza todo principio superior, teleología, finalidad, objetivo, propósito o intencionalidad. Niega el diseño: el ojo se formó sin ningún propósito de producir un órgano de visión. Es una teoría materialista, ciega, sin conciencia ni espíritu.
La vida es un proceso de causalidad descendente. Es una manifestación de la conciencia en el plano físico. En un óvulo ya está presente un plan, hay una fuerza de futuro, el futuro está ya en el presente.
Mutaciones aleatorias.
La evolución darwininiana necesita algo más que mutaciones. Las mutaciones causan pérdida de información genética. Y lo que se necesita es un aumento de la información genética. Por ejemplo, para transformar un reptil en pájaro se requiere información genética adicional, lo que implica mayor complejidad.
Selección natural.
El concepto de “selección natural” es también ambiguo, impreciso, tiene múltiples significados, incluso opuestos. Incluso Darwin lo llega a calificar de “falso término”. Los diversos significados son: supervivencia del más apto (o el más adaptado), supervivencia diferencial, competencia, cooperación, selección negativa (filtro o cedazo que elimina los individuos menos aptos, las mutaciones no útiles o dañinas), selección positiva (como proceso creativo, de creación de adaptaciones, que es capaz de generar novedades e incrementar la probabilidad de ciertas combinaciones), etc. Se discute si la selección natural actúa sobre los genes, las proteínas, los procesos bioquímicos, los organismos o las poblaciones. También se discute si la selección natural está regida o no por el azar. En general, se considera que el proceso de adaptación es la clave de la evolución, pero el papel y significado de la adaptación es controvertido. La adaptación se suele interpretar a nivel global: la interacción del organismo con otros organismos y su entorno.
La selección natural es un sistema de conservación, no de creación. La selección no es una fuerza creativa. Explica la supervivencia de las especies, no la creación de nuevas especies.
La supervivencia del más apto es una tautología: solo los más aptos sobreviven. ¿Quines son los más aptos? Los que sobreviven.
Para muchos autores (como Stephen Jay Gould), la selección natural es la fuerza creativa de la evolución. No tiene un papel negativo o restrictivo, sino creativo. Orienta la causalidad y produce nuevas estructuras, órganos y especies. Integra mutaciones y las ordena en patrones coherentes.
Según el lamarckismo, los caracteres adquiridos por un individuo se transmiten a sus descendientes (la función crea el órgano). Según las últimas descubrimientos del ADN, esto es así.
Ontogenia-filogenia.
La evolución se define exclusivamente en términos de filogenia, ignorando la ontogenia. La filogenia estudia la evolución de las especies de forma global, en contraposición a la ontogenia, que estudia la evolución del individuo. Precisamente, la teoría Evo-Devo intenta integrar ambos aspectos.
Complejidad.
La teoría de Darwin es una teoría que va en contra de la lógica, pues afirma que para crear un sistema de gran perfección y complejidad no es necesario un creador, una conciencia intencional o un diseño previo.
Darwin no llegó a explicar la complejidad de las formas de vida. Darwin no pudo conocer en su tiempo la complejidad de la célula. La selección natural es insuficiente para explicar el origen, la complejidad y diversidad de la vida. La vida es muy compleja y no puede ser fruto del azar. Es imposible que algo tan complejo como una célula pueda surgir por mero azar.
Según Michael Behe [2000], la “complejidad irreducible” es la evidencia del diseño inteligente. Un sistema de complejidad irreducible es un sistema compuesto por varias partes que interactúan entre sí para que el sistema funcione. Si se elimina una de sus partes, el sistema deja de funcionar. La selección natural se aplica a sistemas completos, ya formados, y no puede crear sistemas complejos irreducibles. Sabemos que existen muchos sistemas irreductiblemente complejos a nivel celular. Dentro de una célula hay un complejo universo. Según Behe, un sistema de complejidad irreducible no puede haberse formado por modificaciones graduales puesto que cualquier parte por separado no tiene ninguna función y el proceso de selección natural necesita un elemento que tenga una función determinada para poder seleccionar una modificación. Por lo tanto, un sistema de este tipo no puede haber surgido como una unidad integrada; tiene que haber sido ensamblada por alguna inteligencia.
Gradualismo.
Darwin defiende la evolución gradual, que la naturaleza no da saltos (Natura non facit saltum). Sin embargo, sí parece haber saltos, pues hay ausencia de variedades de transición entre especies. El registro fósil indica que ha habido cambios discontinuos. Según la “teoría del equilibrio puntuado” de Stephen J. Gould y Niles Eldredge (propuesta en 1972), las especies permanecen estables o experimentan cambios graduales durante largos periodos (periodo de estasis), seguidos de transformaciones bruscas que dan origen a nuevas especies (proceso de especiación).
Las diferencias entre la teoría sintética y la teoría del equilibrio puntuado se refieren no solo al tiempo (rápido o lento) de la evolución, sino también al modo en que ésta se despliega. Los neodarwinistas defienden que la evolución se desarrolla en el tiempo, siguiendo un patrón gradual continuo (hay una sucesión lineal de una especie a otra), mientras que los puntuacionistas sostienen que la la evolución se produce de forma ramificada y discontinua (una especie da lugar a múltiples especies descendientes que se extinguen o continúan ramificándose).
La teoría de la evolución no explica cómo se han formado nuevas especies, que implica un cambio discontinuo. Darwin afirma que la selección natural da lugar a nuevas especies, pero no especifica cómo. Paradójicamente, Darwin tituló a su libro “El origen de las especies”, pero no aclaró cómo se originaban las especies. Esta cuestión se la planteó hasta el final de sus días.
Hay que recordar que el famoso “eslabón perdido” −entre unas criaturas similares a los simios y el hombre− aún no ha sido encontrado. También hay eslabones perdidos en todas las especies. Y no se han encontrado estructuras intermedias del ADN, la estructura común a todos los seres vivos.
Sin embargo, investigaciones recientes han confirmado que, efectivamente, una especie puede dar lugar a otra especie diferente, un proceso que se denomina ”especiación”. Se produce cuando una especie se adapta a nuevas condiciones del entorno, que hace cambiar el fenotipo y el genotipo.
Diversidad.
La acumulación de pequeños cambios no explica la gran diversidad de seres vivos. Hoy se considera que es la epigenética, es decir, las combinaciones genéticas, las que producen la diversidad de organismos.
Antecesor común.
Una hipótesis de la teoría de la evolución es que hay un origen común de la vida, que todos los seres vivos provienen de un antecesor primigenio por ramificaciones sucesivas. Esto puede ser cierto, pues los humanos compartimos un gran porcentaje de la carga genética con las bacterias, los gusanos, las ratas y los chimpancés. El descubrimiento de la molécula de ADN y su omnipresencia en todos los seres vivos fue interpretado por los darwinistas como una confirmación de la teoría del antecesor común. Pero también podría interpretarse como la prueba de la existencia de un diseñador de una estructura muy compleja, pues el ADN es el sistema de almacenamiento y recuperación de información más eficiente que existe.
Según la teoría de la evolución, el ancestro común se generó a partir de materia inorgánica, es decir, se genera vida a partir de la no-vida, lo que es una contradicción, pues lo inferior no puede generar lo superior.
Para algunos autores, el darwinismo no es una teoría científica, no es una explicación, sino una mera descripción (de unos hechos), una tautología (una afirmación obvia, vacía o redundante) o un mito científico.
El nuevo paradigma de la evolución
El nuevo paradigma de la evolución sigue el principio de causalidad descendente basado en la existencia de un campo de energía profunda, fundamental e ilimitada, que es la conciencia pura (unificada, absoluta y universal), la esencia de toda la creación, la fuente, motor y sostén de todo lo existente, la fuerza central organizadora que gobierna todo el cosmos y la fuente de todas las posibilidades. Es la energía que se esconde tras todos los fenómenos, los conocidos y los inexplicables. Este campo se manifiesta de forma coherente como materia, mente y vida. Toda manifestación está impregnada y sostenida por este campo, que conecta lo universal y lo particular. En este campo no existe ni espacio ni tiempo y todo está conectado: las fronteras entre todas las cosas desaparecen: no existe diferencia entre materia, mente y vida porque todo es conciencia. Este campo de energía-conciencia del que proviene todo se suele denominar “El Campo Fuente” [Wilcock, 2012] o simplemente “El Campo” [McTaggart, 2011]. En este Campo rige el principio de correspondencia: los mismos principios que emanan de este Campo operan en todos los planos de manifestación.
Podemos conectarnos conscientemente con el Campo para recargarnos de energía en poco tiempo. Para ello debemos entrar en un estado de coherencia, armonía, paz, calma y amor.
La conciencia se manifiesta de forma creativa y provoca el fenómeno de la evolución. Todo está en evolución: la materia, la mente y la vida. El universo se puede considerar un ser vivo y también una gran mente. El universo existe porque la conciencia existe. “El universo se parece más a un gran pensamiento que a una gran máquina” (Sir James Jeans).
Según Teilhard de Chardin:
La evolución empezó en el punto Alfa por el espíritu de Dios, y su objetivo es el punto Omega, la conciencia suprema, la superconciencia.
El tiempo es la cuarta dimensión. En la evolución aparece la dimensión tiempo, pues el cambio es lo esencial. Lo estático no pertenece al mundo real.
La evolución es universal. No sólo la vida, sino la materia y el pensamiento están también involucrados en el proceso de la evolución. De ahí que es necesario atribuirle a dicho proceso un sentido.
Principio de complejidad-conciencia. El sentido de la evolución está comprendido en un principio general: la tendencia hacia el logro de mayores niveles de complejidad y conciencia.
La evolución es un arquetipo universal:
Todo está en evolución: lo material, lo mental y lo viviente. Y, si todo evoluciona, la propia evolución también debe de evolucionar es decir los patrones de evolución cambian. Por ejemplo, la expansión el universo cambia pues se acelera de forma creciente.
Todo es conciencia. Por lo tanto, todas las ciencias deben fundamentarse en la conciencia. La conciencia es el factor universal de conexión entre el nivel profundo (las posibilidades) y sus manifestaciones (lo superficial). La conciencia manifestada es un “colapso” de una posibilidad del Campo, una posibilidad manifestada.
Una ciencia no puede fundamentarse sobre sí misma. Necesita unos principios o fundamentos más profundos. Un ejemplo de esto es el teorema de Gödel, cuyo significado profundo es que la matemática no puede fundamentarse sobre sí misma mediante principios formales (superficiales).
Según John Wheeler, “Ninguna teoría física que se ocupe solo de física explicará nunca la física”. Esta visión puede generalizarse a todas las ciencias.
C.S. Lewis afirmaba que la ciencia natural no puede explicar la fuente o raíz última de los fenómenos biológicos, pues el origen de la materia y la vida están en un dominio que es inaccesible a la ciencia. Es imposible saber si existe algo fuera de la naturaleza estudiando solo la naturaleza. La ciencia de la evolución, intentando explicar lo que está más allá de sus límites, se convierte en un oxímoron al intentar explicar lo inexplicable.
Para Amit Goswami, Dios es el agente de causación descendente.
Alfred Russell Wallace defensor junto con Darwin de la teoría de la evolución creía en la intervención de un poder superior.
Hay una jerarquía de niveles de realidad. Estos niveles se pueden identificar como: 1) nivel físico; 2) nivel vital (un molde morfogenético del anterior); 3) nivel mental racional; 4) nivel mental etérico (donde reside la intuición, los arquetipos y la creatividad); 4) nivel espiritual (donde reside la conciencia y la imaginación).
Cada nivel posee efectos causales sobre los niveles inferiores. Todo proceso de un nivel inferior está restringido y actúa en conformidad con las leyes de los niveles superiores.
Una cuestión filosófica esencial es la naturaleza de la realidad. La hipótesis más sencilla es que la realidad es abstracta a nivel profundo. Hay un nivel de realidad abstracto que trasciende la realidad física, mental y vital.
La ciencia estudia los fenómenos superficiales. Lo profundo es inexplicable. Lo profundo no es ciencia en sí, sino el fundamento de todas las ciencias. “La base sobre la que se apoyan todo nuestro conocimiento y aprendizaje es lo inexplicable” (Schopenhauer).
Respecto al fenómeno de la vida:
La naturaleza de la vida es una cuestión persistente e irresuelta hasta hoy, a pesar del conocimiento acumulado sobre sus propiedades. Es decir, hemos acumulado epistemología pero desconocemos su ontología.
La vida depende de la materia, pero la vida no es una propiedad inherente de la materia. La vida es “algo” añadido a la materia, no algo que emerge de la materia.
El principio de causalidad descendente es la fuerza fundamental que subyace a la capacidad creativa de la selección natural. La selección natural hay que considerarla como un proceso evolutivo creativo hacia una mayor conciencia y complejidad.
Hay un nivel sutil por encima del plano material que actúa como fuerza para producir las formas biológicas. Explica la vida en sus aspectos de diseño inteligente, auto-organización y complejidad. La evolución está impulsada por la energía del Campo.
Las asombrosas propiedades del ADN
El descubrimiento en 1953 de la estructura de doble hélice de la molécula de ADN por James Watson y Francis Crick ha sido uno de los grandes hitos de la ciencia moderna. El ADN está presente en todas las células y es su material genético. Las células son los bloques constructivos básicos de todos los seres vivos. Algunos organismos son unicelulares, como la bacteria y la ameba. Casi todas las células de un ser vivo tienen el mismo ADN. Una propiedad importante del ADN es que puede replicarse, hacer una copia de sí misma (las hebras se separan y sirven de plantilla para generar hebras-copia).
Molécula de ADN
Según los últimos descubrimientos, relatados en “El Campo Fuente” de David Wilcock [2012], el ADN tiene propiedades sorprendentes:
El ADN vibra.
El ADN vibra y se expresa como una onda solitónica. Un solitón es una onda solitaria que se propaga sin deformarse en un medio no lineal.
El ADN absorbe y emite luz.
Mediante un mecanismo desconocido, el ADN absorbe los fotones de luz circundantes, en forma de remolino, como un pequeño agujero negro. Los fotones absorbidos los guarda en su estructura en espiral. La luz almacenada en el ADN es la fuente de su energía y vitalidad.
Todos los organismos vivientes emiten luz, emiten continuamente fotones, a través de la vibración del ADN. Cuando emiten luz, se descargan de energía. Se emiten más fotones en situaciones de estrés.
Por lo tanto, la vida (el ADN) está conectada con el nivel físico a través de la luz. Luz y ADN están estrechamente relacionados. Ambos tienen estructuras cíclicas (sinusoidal y espiral, respectivamente).
El ADN se enrolla y desenrrolla.
El ADN se desenrrolla cuando la célula correspondiente ha sufrido daños o cuando la célula se divide. Se vuelve a enrrollar cuando está en proceso de curarse o reparase.
El ADN se auto-reestructura.
El ADN es una estructura que tiene el poder de reorganizarse, de reestructurarse. Según el darwinismo, en la evolución interviene el azar. Pero lo que ocurre realmente es que los organismos evolucionan y se crean distintas especies debido a modificaciones que se producen en el ADN debido al intercambio de luz con el medio ambiente en el proceso de selección natural. Al modificarse el genotipo, también se modifica el fenotipo. Los organismos modifican su ADN para adaptarse a los cambios del entorno (mutación adaptativa). En la evolución, la selección natural es la clave. Y la evolución no es lenta, sino que los efectos son rápidos y observables.
ADN y materia van juntos.
En todas las partes de la Tierra encontramos bacterias. Fred Hoyle y Nalin Chandra Wickramasinghe descubrieron que la mayor parte del polvo de las galaxias son, en realidad, bacterias congeladas. Las bacterias están en todas partes porque la vida es consustancial al universo. No es concebible un universo sin vida. La vida se creó con el universo, no emergió de la materia.
El ADN posee un lenguaje.
El ADN es el lenguaje de la vida. El ADN es una supermolécula con dos hebras unidas en forma de doble hélice que almacena información codificada y comprimida. El funcionamiento del ADN es similar a un programa de ordenador. Contiene información e instrucciones.
Los nucleótidos, las bases nitrogenadas A (adenina), C (citosina), G (guanina) y T (timidina), de la molécula de ADN forman un lenguaje, donde cada base corresponde a un carácter del lenguaje. Los peldaños de la escalera de la doble hélice son los pares de bases AT y GC. Las dos hebras son complementarias. Conociendo la estructura de una hebra se uede reconstruir la otra.
Cada nucleótido tiene 3 aspectos: 1) su expresión, que se manifiesta como una cierta vibración; 2) su forma (o sintaxis), que es el lugar que ocupa dentro de una cadena de ADN; 3) su función (o semántica), que es el papel que desempeña en la síntesis de determinadas proteínas.
Cada palabra del lenguaje del ADN es una secuencia de 3 bases que se denomina codón. Hay 43 = 64 posibles codones, curiosamente, el mismo número que los hexagramas del I Ching [ver Adenda]. Una secuencia de codones es una sentencia del lenguaje. La función de los codones es dar instrucciones para generar aminoácidos. La mayoría de los aminoácidos están formados por más de un codón. Los aminoácidos son los elementos constitutivos de las proteínas. Hay solo 20 aminoácidos posibles en las proteínas y hay codones sinónimos. Las proteínas son las unidades bioquímicas básicas que rigen todos los procesos biológicos. Hay 3 codones especiales, que funcionan como terminadores de una cadena de codones. Las secuencias de codones que son sentencias gramaticalmente correctas se llaman genes.
La molécula de ADN indica no solo las proteínas componentes del organismo sino cómo se construyen. La información genética es básicamente un manual de instrucciones de ensamblaje de proteinas.
El lenguaje del ADN tiene una estructura similar a la de los lenguajes naturales: es una gramática regular. Los textos humanos y los textos genéticos tiene características formales similares. Los lenguajes humanos son un reflejo del ADN. Estas estructuras lingüísticas del ADN constituye la inteligencia subyacente de los procesos que dan lugar a un lenguaje natural. Se puede decir que el código genético es la lengua madre, la fuente de todas las lenguas.
El ADN es muy complejo. El ADN de una bacteria contiene 3 millones de pares de bases. El ADN humano (el genoma humano) contiene 3.000 millones de pares de bases. Aunque el código genético de la bacteria sea más corto que el humano, es estructuralmente el mismo. La estructura formal del ADN es idéntica en todos los seres vivos, desde una ameba hasta una ballena.
El ADN no se puede crear por procesos químicos. Solo el ADN puede crear ADN, solo la vida puede crear vida.
Hay que resaltar que todos los aminoácidos del ADN tienen exclusivamente quiralidad del tipo “mano izquierda”. La quiralidad es la propiedad de un objeto de no ser superponible con su imagen especular. Por ejemplo, la mano izquierda humana no es superponible con su imagen especular (la mano derecha).
El ADN almacena y transmite información.
El ADN, no solo es responsable de la construcción de nuestro cuerpo, sino que también almacena información. El ADN es sensible a ciertas frecuencias moduladas de rayos láser y de ondas de radio. Se puede almacenar información en el ADN cambiando su frecuencia de vibración mediante un rayo láser de la frecuencia adecuada. Mediante rayos láser se pueden reparar defectos genéticos.
Utilizando la frecuencia adecuada, se puede capturar el patrón de información (vibracional) del ADN y transmitirlo a otro ADN, reprogramando así el genoma de otras células. Por ejemplo, se han podido transformar embriones de rana en embriones de salamandra.
El ADN funciona como una antena de recepción y transmisión de información. Extendida mide alrededor de 1,8 metros, y su frecuencia natural es de 150 MHz.
Se puede considerar que el ADN es un “ordenador biológico” (Biocomputer). Los cromosomas funcionan como ordenadores solitónicos bajo la influencia de las radiaciones endógenas del ADN. Además, los cromosomas reproducen de manera holográfica todo el organismo.
El ADN está conectado con la conciencia.
El ADN transmite información a nuestra conciencia mediante un proceso de hipercomunicación que se experimenta como intuición. Este proceso es más efectivo en un estado de relajación. Podemos decir que la luz conecta ADN y conciencia.
El ADN funciona en red.
El ADN de una célula está conectado con el ADN de otras células en una estructura en red. Alimenta a la red con información y recibe información de la red. Estas conexiones son no-locales y constituyen una conciencia grupal o colectiva. Cuando varias personas se reúnen, se refuerza la conciencia colectiva y puede influir sobre el ADN e incluso sobre la naturaleza. Una conciencia colectiva ordenada crea orden en todo el entorno.
Los seres humanos ya tenemos nuestro propio Internet biológico con conexión inalámbrica a través del ADN. El ADN rompe las barreras del espacio y el tiempo y nos proporciona una conciencia holística que interrelaciona a todos los seres vivientes. Somos, en lo profundo, seres de luz. Los organismos usan esta luz para comunicarse de forma no-local con otros organismos.
El ADN es sensible a nuestro lenguaje hablado.
Armonizando los sonidos que emitimos (las palabras) se puede llegar a influir en el ADN. Los maestros espirituales saben que nuestro cuerpo se puede reprogramar mediante el lenguaje hablado e incluso el pensamiento. Masaru Emoto ha demostrado que las palabras, la música y el pensamiento pueden alterar la estructura molecular del agua.
El ADN fantasma.
Cuando se irradia una muestra de ADN con luz láser, aparece un patrón espectroscópico típico. Cuando se retira la muestra, el patrón no desaparece, la luz sigue formando espirales en ese espacio, como si el ADN siguiera todavía allí. Es como si el ADN tuviera un duplicado energético o vital, un ADN fantasma. La vibración del ADN produce patrones en el vacío, que son pequeños agujeros de gusano magnetizados. Un agujero de gusano (o puente de Einstein-Rosen) es una actualización de la decimonónica teoría de una cuarta dimensión espacial. Es una conexión no-local entre diferentes zonas del universo a través del cual se puede transmitir información. Bajo ciertas condiciones, los agujeros de gusano se pueden organizar para formar una estructura de campo en el vacío, que puede mantenerse hasta un mes. Esta estructura se denomina actualmente “Campo Punto Cero”.
El ADN fantasma se puede interpretar también como la manifestación de un nuevo tipo de energía diferente de las energías físicas conocidas. ¿Energía vital?
La conclusión es que el ADN está conectado con el Campo y que tenemos un cuerpo físico y un cuerpo energético o vital, ambos manifestaciones del Campo.
El ADN tiene atributos de onda que comunica con una dimensión desconocida. ¿Son ondas vitales? ¿El ADN nos conecta con otra dimensión?
Darwinismo universal
La teoría de la evolución de Darwin supuso una revolución en la forma de entender el fenómeno de la vida y fue también una revolución filosófica comparable a la revolución copernicana: la Tierra no es el centro del universo, y el hombre no es centro de la vida. Pero tras la teoría biológica se esconde una teoría más general y profunda.
El darwinismo universal −o darwinismo generalizado o teoría de la selección natural universal o metafísica darwiniana− es una generalización del darwinismo biológico. Es la idea de que el darwinismo es aplicable a muchos dominios más allá del reino de la biología. Todo evoluciona y sigue el modelo darwinista.
La consideración del proceso darwiniano como mecanismo universal fue sugerido por Donald Campbell, en los años 1960´s, para explicar el desarrollo de la ciencia y otras formas de conocimiento, fundando así un campo nuevo: la epistemología evolutiva.
El darwinismo universal es una versión generalizada del mecanismo de reproducción, variación y selección para explicar la evolución de una gran variedad de dominios como sociología, antropología, psicología, economía, cultura, medicina, informática, física, cosmología y lingüística. Es, en esencia, un algoritmo que consta de 3 pasos: 1) réplica, copia o reproducción; 2) variaciones sobre las copias; 3) selección de copias de acuerdo con un criterio basado en las variaciones que éstas posean.
Richard Dawkins parece haber acuñado este término en 1983 al conjeturar que toda forma de vida fuera de la Tierra evolucionaría también según el modelo darwiniano. Para Dawkins la evolución darwiniana es verdaderamente trascendental, universal. Incluso llegó a afirmar que la propia evolución evoluciona en su artículo “The Evolution of Evolvability” (La evolución de la capacidad de evolución).
Susan Blackmore, en su libro “The Meme Machine” (La Máquina de Memes) aplica el darwinismo a la cultura humana. También dedica un capítulo al darwinismo universal. La memética es el darwinismo universal aplicado a la cultura humana. Por su importancia, este tema se desarrolla en el siguiente apartado.
El filósofo Daniel Dennett, en su libro de 1995 “Darwin's Dangerous Idea” (La peligrosa idea de Darwin) concibió la idea de que el proceso darwiniano podría aplicarse a muchos campos del conocimiento, más allá de la biología, en especial la memética en las ciencias sociales.
El libro de Henry Plotkin “Darwin Machines and the Nature of Knowledge” [1997] incluye un capítulo dedicado al darwinismo universal, en el que hace referencia a formas más amplias de evolución, específicamente dentro de los organismos, como el sistema inmune y el aprendizaje.
El darwinismo social es la creencia de que la evolución social se puede explicar mediante las leyes de la evolución biológica. Herbert Spencer fue su principal defensor. Dedicó su vida a elaborar un sistema de filosofía evolucionista, en la que considera la evolución natural como clave de toda la realidad: la lucha entre individuos o grupos humanos es la fuente del progreso social y biológico. Darwin, sin embargo, se opuso a la aplicación literal del mecanismo de selección natural a las sociedades humanas, insistiendo que la evolución social no podía guiarse por los conceptos de lucha por la supervivencia y selección natural.
El darwinismo cuántico es una nueva teoría propuesta por el físico Wojciech Hubert Zurek [2009] para explicar la transición entre el etéreo mundo cuántico (el mundo de las posibilidades y del reino matemático abstracto) y el mundo de nuestra experiencia real y material. Según Zurek, la selección natural también actúa en el universo cuántico: los estados de la física cuántica se reproducen y se seleccionan los más aptos.
Memética
Richard Dawkins, en su libro de 1976 “El gen egoísta” [2014], sostiene que la selección natural no actúa sobre los individuos ni sobre las especies, sino más bien sobre los genes. Los genes intentan sobrevivir reproduciéndose frente a los genes rivales. El egoísmo de los genes es la base de la evolución biológica.
El capítulo XI del libro se titula “Memes: los nuevos replicadores”, en donde introduce el concepto de “meme”. Un meme es la unidad cultural de imitación. Así como el gen físico se transmite de una generación a la siguiente, el meme es un “gen mental” que se transmite (o replica) de una mente a otra y de una generación a la siguiente. La evolución es algo más que genética, la evolución es también cultural. La cultura evoluciona por la difusión de los memes. La memética un término análogo al de “genética” es la ciencia que estudia los memes, una ciencia básica para entender la evolución humana.
El icono de meme
En inglés, el término “gen” es “gene”, de ahí la denominación de “meme”. Como en español decimos “gen”, deberíamos decir “mem” (en singular) y “memes” (en plural), pero el término “meme” se ha impuesto.
Los memes tienen existencia por sí mismos. Son entidades vivientes, no solo metafóricamente sino técnicamente.
Los memes se replican a sí mismos por mecanismos de imitación, tratando de sobrevivir, como los genes.
Mientras los genes son unidades naturales independientes de nuestras acciones, los memes los construimos nosotros.
Los memes son procesados por el cerebro y el sistema nervioso, están sometidos a un proceso darwinista, cuyas 3 propiedades fundamentales son: replicación, variación y selección. Los memes se replican con variaciones y selecciones. Puesto que solo algunas de las variaciones sobreviven, los memes evolucionan. Unos memes se perpetúan, otros cambian y otros desaparecen.
Los memes, de la misma manera que los genes, tratan de sobrevivir compitiendo entre ellos (cuando representan ideas antagónicas), y también pueden cooperar entre sí para su supervivencia mutua.
Los memes pueden agruparse para formar macromemes o memes complejos (memeplex), estructurados e interrelacionados que forman un objeto cultural complejo, como una teoría, una lengua, una religión, una mitología, etc.
Los memes actúan de forma automática, independientemente de su valor.
Al contrario que los genes de un individuo, que tienden a desaparecer con las generaciones, los memes de valor (las buenas ideas) pueden perdurar durante siglos.
Así como los procesos biológicos evolutivos se rigen por el darwinismo, la evolución de la cultura parece seguir un modelo lamarckiano la transmisión de caracteres adquiridos a lo largo de la vida por la persona pasan a su descendencia o a sus congéneres, lo que hace que la evolución cultural sea un proceso muy rápido.
Los memes pueden desencadenar epidemias, cuando una idea afecta a toda una población, especialmente cuando la idea posee un gran atractivo, como por ejemplo la idea de Dios. Las religiones son memes particularmente poderosos.
Los memes más potentes son las filosofías profundas y las ideas los que proporcionan una visión unificada de la realidad: los memes universalistas. Un ejemplo de idea universlista es Internet, pues es una idea brillante y poderosa, que además es un gran transmisor de memes.
Los memes son analógicos, mientras que los genes son discretos, digitales.
No todo meme se integra o asimila en una cultura, pues ciertos memes pueden provocar rechazo. La propia teoría de los memes es también un meme, y no se sabe si esta teoría será asimilada y sobrevivirá en el futuro.
Los memes tienen existencia por sí mismos. En este sentido, recuerdan a las Ideas platónicas. Las Ideas son la verdadera realidad, tienen existencia real. Las Ideas son susceptibles de verdadero conocimiento (episteme), mientras que la realidad sensible solo es susceptible de opinión (doxa). Las Ideas son modelos o arquetipos de las cosas. Las cosa participan de las Ideas. Las Ideas se manifiestan o proyectan en el mundo sensible de manera imperfecta.
Los memes también tienen relación con “la teoría de los 3 mundos” de Karl Popper. Según este autor, hay 3 mundos: 1) el mundo físico, químico y biológico; 2) el mundo psicológico, incluyendo las experiencias subjetivas e inconscientes; 3) el mundo de los productos de la mente humana, los productos culturales.
Según Popper, el mundo 3 es el mundo más valioso y productivo. Es un mundo objetivo sin sujeto cognoscente. La prueba está en que estos objetos pueden producir efectos causales o manifestarse en los mundos 1 y 2. Por ejemplo, una escultura no es solo un objeto del mundo 1, sino que es el resultado de un proyecto planeado y elaborado en el mundo 3. Y dos ejemplares de un libro (que son objetos distintos porque ocupan espacios diferentes) son el mismo libro en el mundo 3. Siguiendo este razonamiento, podríamos decir que solo hay un único ADN en el mundo 3 y múltiples manifestaciones en el mundo 1. Esto va en la misma línea de lo que propuso John Wheeler de que hay un solo electrón, y que esa es la causa de la indistinguibilidad de los electrones (todos tienen la misma carga y la misma masa).
Los mundos 2 y 3 son reales, entendiendo por real todo aquello capaz de interactuar cn el mundo 1. La interacción entre el mundo 3 y el mundo 1 se realiza a través del mundo 2.
Popper estableció analogías entre la evolución cultural y la biológica, al señalar las semejanzas existentes entre el proceso de progreso científico y la selección natural. En su obra “La lógica de la investigación científica” (1934) proponía una teoría del conocimiento basada en el ensayo y error, es decir, por la selección darwiniana.
Daniel Dennett es un gran defensor de la memética. Para este filósofo, la mente es “un hervidero de memes” y la conciencia es “un gigantesco complejo de memes”.
Para el antropólogo Robert Aunger, autor de “El meme eléctrico” [2003], los memes son algo más concreto: no son pequeños fragmentos de un pensamiento (como una palabra o una idea); son patrones o complejos formados por cargas eléctricas y ubicados en nuestro cerebro y que se autorreplican entre los cerebros. La transferencia de memes requiere un contexto común para que se produzca de forma exitosa.
Susan Blackmore es la autora que más ha desarrollado la memética, convencida de su gran potencial teórica y práctico. Reelaboró y generalizó la noción de meme para ampliarlo a cualquier cosa que se transmite de una persona a otra como hábitos, palabras, canciones, historias, modas, etc. En general, cualquier tipo de información o idea. Blackmore es una científica convencida de la memética y autora del popular libro “La máquina de los memes” [2000], donde explora sus implicaciones, con posiciones un tanto radicales:
Todos somos el producto de dos replicadores ciegos: los genes y los memes.
No somos más que complejos de memes coadaptados.
Nuestras ideas están en nuestra cabeza porque son memes exitosos que han sobrevivido habitando nuestro espacio interior consciente.
El “yo”interior es solo una ilusión creada por los memes en su esfuerzo por autorreplicarse.
Tenemos siempre la cabeza llena de pensamientos porque es la forma de que los memes estén activos, listos para replicarse en otros cerebros.
Estamos dirigidos por memes y somos máquinas de memes.
Los genes se transmiten verticalmente (de padres a hijos). Los memes se transmiten horizontalmente (de cerebro a cerebro).
Los medios de comunicación y la educación son los canales de mayor poder de transmisión memética.
Los memes más poderosos son los que aportan cosmovisiones como los paradigmas científicos, los sistemas políticos y las religiones.
Las personas que no se relacionan no transmiten sus memes y los conducen a la extinción.
La teoría de memes es muy discutida y no es aceptada universalmente, ni siquiera en el contexto evolucionista:
La teoría de los memes se basa en que son entes etéreos, difusos, no mensurables. Al contrario que los genes, que son entes físicos y tienen una estructura específica.
Son los seres humanos los que tienen ideas, y no las ideas las que tienen a los seres humanos.
No se conoce el mecanismo de transmisión de memes.
Es un intento simplista y reduccionista de explicar la cultura.
No se conoce cual es la unidad de meme.
Toda la teoría de memes es equivalente a la misma teoría en la que sustituimos “meme” por “idea”. Es una nueva terminología para algo ya conocido. La memética se podría denominar “el estudio de la cultura” o “el estudio de la difusión de las ideas”.
En realidad, los memes se producen por imaginación inducida. Cuando alguien ve algo o se le transmite una idea, se le activa la imaginación, se manifiesta en el plano mental y tiende a realizarse de forma automática en el plano físico, independientemente de su valor.
Hay que diferenciar entre idea e información. Una idea es un meme, pero hay informaciones que no son memes. Por ejemplo, la información de que Oslo es la capital de Noruega no implica imitación ni reproducción.
La memética es un paradigma universalista. Incluso se afirma que se trata del mayor cambio de paradigma en toda la historia de la ciencia. La memética aspira a unificar la biología, la antropología y las ciencias cognitivas. Incluso se afirma que pretende explicar todo.
El Problema de la Vida
El problema de la vida es esencialmente el mismo que el problema de la conciencia, de la verdad, de la información y de la semántica: no se puede definir ni formalizar porque está en un nivel profundo. No se puede “capturar” desde lo superficial. Solo podemos aproximarnos. Podemos simular el comportamiento reactivo, pero no el intencional, que está ligado a la conciencia. No obstante, es posible aproximarse al comportamiento intencional con la ayuda de reglas heurísticas. Las reglas heurísticas conectan lo particular con lo general.
El modelo que defendemos es el del paradigma universal: el principio de causalidad descendente (PCD) al que añadimos el tema de los arquetipos:
La vida es una manifestación de la conciencia, en los planos físico y mental. Es la hipótesis más simple, la que sigue el principio de la navaja de Occam, pero en este caso a nivel universal. La vida proviene de un nivel superior (la conciencia) y no de un nivel inferior (el mundo físico). La vida no se soporta a sí misma; la soporta la conciencia. Sin conciencia no habría vida, sería solo mecanicidad.
En la frontera entre la conciencia y sus manifestaciones están los arquetipos primarios, que se manifiestan en la mente, la materia y la vida. A nivel profundo confluyen estos tres aspectos. Toda forma de vida tiene un cierto nivel de conciencia. Según el nivel de manifestación, así es el nivel de conciencia. La conciencia es la que conecta los opuestos: el mundo interno y el externo, el orden y el caos, lo subjetivo y lo objetivo, lo estable y lo inestable, lo estático y lo dinámico, genotipo y el fenotipo.
Hay coherencia entre genoma y fenoma, entre organismo y medio ambiente, entre lo interno y lo externo. Todo está interconectado y correlacionado. de manera asombrosa, con un orden global que trasciende a lo particular. Todo lo particular está soportado por lo universal, no hay nada separado, aislado.
La intencionalidad no es más que imaginación y, por lo tanto, tiene conexión con la conciencia sintética. Es visualización de un objetivo, siendo el objetivo primario y más fundamental el mantenerse a sí mismo, mantener su integridad e identidad. Primero es el objetivo, la finalidad, la teleología, los principios, lo universal. Luego viene lo específico, lo particular.
Como la vida es la manifestación de la conciencia en el plano físico, la vida se manifiesta, también como geometría. Una característica de la vida es la evolución y con la evolución el ser vivo cambia de forma.
El ADN es una web biológica basada en la luz. La luz es la manifestación más pura de la conciencia y la conexión más sutil entre lo inmanifestado y lo manifestado. En la luz, el tiempo desaparece. Por eso la luz tiene connotaciones espirituales.
Adenda
El I Ching y y el ADN
El ADN es una molécula en forma de doble hélice localizada en el núcleo de las células. Cada hélice consta de una secuencia de elementos llamados nucleótidos, que a su vez se componen de tres elementos fijos y uno variable (base nitrogenada). Las bases almacenan la información del ADN y hay 4 tipos: A (Adenina), T (Timina), C (Citosina) y G (Guanina), de tal forma que las bases A y T siempre están enlazadas entre las dos hélices, así como también lo están las bases C y G. Hay 43 = 64 “palabras” distintas formadas con estos 4 códigos. Las dos hebras son complementarias a nivel de pares de bases.
En 1968, Marie-Louise von Franz, discípula y colaboradora de Jung, publicó un ensayo −en una antología de artículos de psicología titulada “Symbol des Unus Mundus”− en el que sugería la posible analogía o correspondencia estructural entre el I Ching y el código del ADN. Pero fue Martin Schönberger [1979] (a partir del año siguiente) quien descubrió los paralelismos entre ambos sistemas. Posteriormente, Johnson Faa Yan [1993] amplió estos descubrimientos.
Los 8 trigramas del I Ching
Las analogías son las siguientes:
Ambos se basan en polaridades: yin-yang (I Ching) y orientación vertical arriba-abajo (ADN).
Ambos se componen de 4 elementos básicos. En el I Ching son yin y yang, en sus variantes estática y dinámica, agrupados en pares. En el ADN hay 4 “letras” disponibles (A, T, C y G), también agrupados en pares (A-T y C-G).
Tres de estos elementos forman un triplete: un trigrama (I Ching) o un código genético denominado “codon” (ADN).
La dirección de lectura de los códigos en ambos sistemas está perfectamente determinada.
Hay 64 pares de trigramas (I Ching), que configuran todos los estados arquetípicos posibles. Hay 64 combinaciones posibles de 3 nucleótidos o pares de palabras (ADN) con las que se construyen todos los seres vivientes.
Dos de estos tripletes tienen nombre: comienzo y final. En el caso del ADN sirven como elementos separadores, de puntuación, entre secuencias de código. En el I Ching, los hexagramas 63 y 64 tiene una función similar.
Durante los últimos años ha surgido una nueva rama de la genética llamada epigenética, cuya esencia es el cambio del propio ADN, como en el I Ching.
Así, pues, se puede afirmar que el I Ching explica la dinámica de la conciencia y que el ADN explica la dinámica (el funcionamiento) de la vida (el metabolismo).
Biología vs. Física. Schrödinger y Palacios
El problema científico y filosófico de la dependencia o no de la biología respecto a la física ha sido una constante histórica desde el establecimiento de ambas disciplinas como ciencias modernas. En este sentido, ha habido dos tendencias: 1) Ascendente: el expansionismo de la física sobre la biología: la biología como un capítulo de la física; 2) Descendente: el reduccionismo de la biología a la física.
Actualmente predomina el reduccionismo genético o genómico, en donde la cuestión de la vida es ¿cual es el mínimo juego de genes esenciales para producir vida? De hecho, algunos biólogos (como Craig Venter) creen que se podrá crear vida artificial a partir de un reducido grupo de genes.
Los físicos Scrödinger y Palacios fueron expansionistas. Ambos manifestaban su pretensión de que la física es la ciencia fundamental, universal y única. Dudaban de la existencia de “fantasmas” (entidades no físicas) para explicar el tránsito de la física a la biología.
El libro de Erwin Schrödinger “¿Qué es la vida?” [1984] −la publicación de unas conferencias impartidas en 1943− se convirtió en un clásico. Es un conjunto de sugestivas ideas y conjeturas sobre la interpretación física de la vida. En el último capítulo, titulado “Está basada la vida en las leyes de la física?”, afirma:
“El funcionamiento de un organismo requiere leyes físicas exactas”.
“El gen es una obra maestra de un orden altamente diferenciado”.
“No podemos esperar que las leyes de la física basten para explicar el comportamiento de la materia viva”. “Debemos estar preparados para encontrar un nuevo tipo de ley física que la gobierne, ¿o tendremos que denominarla ley no-física, o incluso superfísica?”.
La física cuántica es el vehículo ideal para el expansionismo de la física hacia la biología, en donde los fenómenos biológicos discontinuos se corresponden con los saltos en física cuántica. “Podríamos llamar a la teoría de la mutación, de forma figurada, teoría cuántica de la Biología” y “El mecanismo de la herencia está íntimamente relacionado, si no fundamentado, sobre la base misma de la teoría cuántica”.
También enfoca la vida desde el concepto físico de la entropía: “Vivir consiste en tomar del exterior entropía negativa. Los organismos se nutren de entropía negativa”.
Julio Palacios, en su obra “De la Física a la Biología” [1947], comenta y amplía el libro de Schrödinger:
Los organismos deben de cumplir las leyes de la física.
Un organismo es un sistema abierto, por lo que debe estar sometido a las leyes termodinámicas: la ley de conservación de la energía y el principio de incremento de entropía.
Quizás “nuevas leyes” de la física explicarán en el futuro los procesos biológicos.
“Es de suponer que la física actual no sea bastante para explicar todos los fenómenos biológicos; pero si se descarta de antemano la existencia de ‘fantasmas’, se da por supuesto que toda la biología quedará dentro de la futura física”. Para Palacios, los “fantasmas” representarían fenómenos inexplicables desde la física.
Física cuántica y evolución
Según el físico Amit Goswami [2010], la física cuántica reconcilia el darwinismo y el diseño inteligente. Es su “teoría de la evolución creativa”:
El darwinismo es básicamente un fenómeno de abajo-arriba, de evolución progresiva (de reptiles a aves, de primates a humanos, etc.), una evolución basada en la variación/selección natural, siempre hacia una mayor conciencia. Pero más bien puede ser un el resultado de un proceso de arriba-abajo: la conciencia colapsándose de forma creativa.
La conciencia juega un papel crucial en la evolución biológica. Y proporciona una fundamentación de lo que es la vida.
“La evolución del cosmos es un juego creativo de la conciencia con el propósito de revelarse a sí mismo en manifestación”.
La evolución biológica está regida por la intencionalidad hacia mayor conciencia y mayor complejidad. La complejidad surge de lo simple por el mecanismo intencional de crear combinaciones con significado.
La vida es la propia conciencia colapsada, manifestada e integrada en los niveles inferiores (físico y mental) de forma autorreferencial, capaz de organizarse a sí misma, percibirse a sí misma, autónoma y a la vez dependiente del entorno, uniendo así lo interno y lo externo. La célula es el primer organismo autorreferente.
Hay un propósito creativo, una evolución hacia una conciencia superior. El futuro del cosmos ya está representado y presente en la conciencia.
El organismo vivo es un sistema cuántico macroscópico coherente. Hay correlacones no-locales, instantáneas (o cuasi-instantáneas) entre todas las partes del organismo. También en grupos de seres (bandadas de pájaros): coordinación instantánea.
Un organismo es como una función de onda macroscópica integrada.
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